¿Predecible final?

     Apagué la odiosa alarma (¿cuántas entradas de blogs empezarán así?), lo típico, pienso «qué deje de sonar ya», agarro el móvil, deslizo el dedo y se hace el silencio. Vuelvo a coger la sábana, me acurruco, y juro que es de los mejores placeres del día. Bueno, eso y cuando me acuesto por la noche.

Silencio. Silencio. Silencio.

Sigo con los ojos cerrados y pienso «bueno ya es hora de levantarse que hace cinco minutos apagué la alarma». ¿Cinco minutos? Los cojones, media hora. Ostias. No llego.

Me levanté necesitándote tanto que hasta temí por mí. ¿En qué te has convertido María? ¿Por qué haces de él tu droga? Me aficioné a ti como si se tratara de un disco de Vanesa Martín, o  incluso de aquellos que solía hacer Malú (ya no, ahora me chirría escucharlos). Cuanto más se adentraba junio, más te necesitaba, cuando era Lunes ya ni te cuento, cuando veía julio asomando y por consiguiente el infumable agosto, sentía pánico de pensar «qué sería de mi sin ti»… Te convertiste en mi kriptonita. De un momento a otro mi felicidad mañanera dependía exclusivamente de ti, de tu calor, de tu olor, de saborearte parar saber que estabas aquí rellenando mi batería de energía, haciendo que volviera a conectar con el mundo, mi toma a tierra. Me acuerdo que antes no requería tanto de tu presencia, simplemente te olía, a veces te probaba aunque fuera una vez al día, pero sino te veía pues tampoco es que te echara en falta…

Pero ahora, pf. Ahora no sabes cuanto te necesito,

Gracias mi amado café.

(Venga, venga, quita esa cara y sonríe al menos)

IMG_0204

5 pensamientos en “¿Predecible final?

Replica a Berkalex Cancelar la respuesta